En su libro “El camino del artista”, Julia Cameron dice que hay dos herramientas fundamentales para nuestra recuperación creativa: las morning pages (páginas matutinas) y los artist dates (citas de artista). Un despertar creativo, dice, requiere un uso consistente de ambas disciplinas. Pero, ¿qué son las páginas matutinas? (De las citas de artista hablaré en otro post.)

“Dicho de manera simple, las páginas matutinas son tres páginas de fluir de conciencia escritas a mano”, dice Cameron. Su propuesta es que lo primero que hagamos al levantarnos cada mañana sea agarrar un cuaderno y llenar tres hojas con lo que se nos venga a la cabeza. “No hay una manera incorrecta de hacer las páginas matutinas. Este fluir de conciencia no tiene por qué ser arte. Tampoco tiene que ser escritura. La escritura es solo un medio. El objetivo de estas páginas es mover la mano y escribir lo que salga. Nada es demasiado estúpido, raro o insignificante como para no ser incluido”. Nadie debe leer tus páginas matutinas excepto vos. Y vos tampoco deberías leerlas enseguida. Escribilas durante ocho semanas y releelas después.

“Si bien a veces son coloridas, las páginas matutinas suelen ser negativas, repetitivas, fragmentadas, infantiles, coléricas, blandas. ¡Bien! Todas esas cosas que te molestan y que escribís a la mañana son las que se interponen entre vos y tu creatividad. Dejalas en la hoja. (…) Las páginas matutinas te enseñarán que tu estado de ánimo no importa. Harás algunos de tus mejores trabajos creativos en esos días en los que sentís que todo lo que producís es basura. Las páginas matutinas te enseñarán a dejar de juzgarte y a permitirte escribir.”

Las páginas matutinas son un mapa de nuestro interior, dice Cameron. Yo las escribí durante varias semanas, en el 2013, y después las abandoné. Me gustaba la idea, pero me costó mucho hacerlas por dos cosas: primero, no soy una persona matutina, así que despertarme antes para escribir las páginas me resultaba muy difícil (prefiero escribir páginas nocturnas); y segundo, me costó mucho enfrentarme a lo que me salía escrito: quejas, negatividad, miedos, dudas, inseguridades, dolor. Era como hacer una terapia demasiado profunda todas las mañanas y, en vez de sentirme mejor, esos pensamientos me quedaban rondando en la cabeza y me removían muchas cosas. Pero fue mi experiencia y tenía mucho que ver con el momento por el que estaba pasando. Hace tiempo que pienso en volver a hacerlas, así que quizá sea buena idea empezar ahora y probar cómo me siento escribiéndolas durante una semana.

¿Conocían las páginas matutinas? ¿Alguien las hace? ¿Cómo se sienten?