Esta consigna me encanta porque cada vez que me siento a escribir mi cabeza quiere irse a otro lado, busca mil excusas para hacer otra cosa, hay que lavar la ropa, mejor cocino, a ver ese video, voy a leer el diario, mejor dibujo en mi cuaderno, voy a escuchar una canción y así. Esta es la oportunidad perfecta para dejar que tu cabeza haga lo que hace siempre, solamente que ahora vas a transcribir sus pensamientos en tiempo real. Es como cuando eras chico y tenías ese amigo que, para molestarte, repetía todo lo que le decías y copiaba tus movimientos como si fuese tu reflejo. No planees mucho este texto, vas a ver que tu cabeza se va a encargar de escribirlo solo. Vos tené la mano preparada.