Estoy en una etapa en la que me cuesta mucho leer libros enteros. Quizá mi mente está demasiado fragmentada y todo me distrae. Estoy haciendo tantas cosas a la vez que me cuesta enfocarme en una sola. A la vez, estoy muy enganchada con los libros interactivos, que más que libros son cuadernos de actividades y disparadores (como el de «642 things to write about» que ya les comenté). Así que mi relación actual con los libros no es tanto de lectura sino de acción: me gusta que me propongan cosas.