Día 4: exponé una de tus obsesiones
Todos tenemos temas que nos obsesionan y las obsesiones son poderosas, dice Natalie Goldberg en «Writing down the bones». Según ella, los escritores siempre terminan escribiendo acerca de sus obsesiones: lo que los persigue, lo que no pueden olvidar, lo que cargan desde la infancia. Son temas de los que no podemos escapar, cosas que se traslucen en nuestros textos aunque no nos demos cuenta.
Día 2: escribí un fragmento de tu autobiografía y mentí en algunas cosas
Sé bien específico, acotá tu biografía en el tiempo, podés concentrarte en una edad, año, década, evento importante, rasgo de personalidad. Relatá eventos que viviste, desde los más banales hasta los más extraordinarios, e inventá con mucho detalle cosas que nunca hiciste, personas que nunca conociste, conflictos que no existieron. También podés escribir acerca de una edad a la que todavía no llegaste como si ya la hubieses vivido. Poné todo en un mismo texto, sin aclarar lo que es verdad y lo que es mentira. La escritura sirve para mostrar mundos internos y para crear mundos imaginarios. Tenés el poder de escribir tu historia y de ser quien quieras.
Yo no tuve superhéroe
Disparador: comprate un cuaderno y escribí tus sueños. Todas las mañanas.
Ya ni me acuerdo cuándo fue que empecé a escribir mis sueños. Supongo que alrededor del 2008, cuando me compré un cuaderno con tapa de los Beatles y decidí usarlo solo para registrar mi mundo onírico. Se ve que estaba soñando mucho y quería poner todos esos fragmentos en un mismo lugar. Fue la época en la que empecé a catalogar mis cuadernos por sus funciones y ese, con su tapa psicodélica, no podía tener otro destino. Read More