La carta es uno de mis formatos preferidos para escribir, supongo que porque tiene un destinatario al que, en general, suelo conocer bastante bien. Cuando escribo un texto tengo que pensar en los posibles lectores, quiénes serán, les interesará lo que cuento, se sentirán identificados. Con las cartas sé a quién me dirijo, tengo un solo lector importante, y eso hace, a veces, que sean más fáciles de escribir.