Hay tres cosas que no puedo evitar comprarme, esté en Buenos Aires o de viaje:

1. Libros
2. Postales
3. Cuadernos

Ya tengo más de los que voy a poder leer/mandar/escribir en mi vida, pero mis impulsos de compra compulsiva no desaparecen. Me convenzo diciendo que los voy a usar más adelante, y eso hago, lo que pasa es que la compra es más rápida que el uso. Cuando estoy viajando es un problema: suelo encontrar cuadernos lindísimos pero tengo que pensarlo dos veces por el peso, aunque en general los termino comprando y me digo que son cosas que no pesan. Y a la vez cuando estoy viajando es cuando más escribo, así que no es una mala combinación.

Debo haber llenado más de cincuenta cuadernos y libretas en mi vida, sin contar los que usé en el colegio y en la facultad. Desde libretitas del tamaño de un post-it hasta cuadernos de tapa dura y tapa blanda, anillados, cosidos, doblados, abrochados, de veinte hojas, de cien, con dibujos en las páginas, de hojas lisas, rayadas, cuadriculadas, punteadas, de papel fino y grueso, con hojas de colores, blancas, amarillas, forrados a mano, con tapa de tela, con cubierta de cuero, con collages y contact, con dibujos que me gustaban y con tapas que no decían nada. Creo que pasé por casi todo.

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Empecé con los diarios íntimos, después seguí con las agendas y al final me quedé en los cuadernos. Cuando me di cuenta de que me estaba volviendo acumuladora de cuadernos, decidí ponerle una función a cada uno para poder escribir en varios a la vez. Así que tengo, entre otros:

* el cuaderno donde escribo sueños
* el cuaderno psicólogo
* los cuadernos de viajes
* el cuaderno de los naipes
* el cuaderno con fotos
* el cuaderno offline
* el cuaderno experimental
* el cuaderno serio
* el cuaderno de cosas chiquitas
* el cuaderno de observaciones cotidianas

Y un montón que siguen en lista de espera.

Además, a cada uno le pongo un número. Creo que esa idea la leí en alguno de los libros o en el blog de Keri Smith: ella propone ponerles un número a cada uno y empezar uno nuevo antes de terminar el actual. Así que eso hago. Y en este blog me voy a sacar las ganas y voy a hablar de cuadernos como quien habla de sus gatos. Sé que las locas de los cuadernos somos muchas, así que empiecen a levantar la mano si andan por acá. Este es nuestro espacio de autoayuda.

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