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Este me está tomando tiempo! Recordar fue lindo. Sigo sin terminar y ya van varias páginas. Hay muchos detalles cuando de amor se trata. Muy bonito este disparador 🙂
Compartilo cuando lo termines!
Otra vez tengo que recordarlo y es como si cada detalle estuviese intacto.
Era 31 de octubre del 2008.
Era viernes.
A mi nunca me han gustado las fiestas y mucho menos las que son de noche en un bar donde no conozco a nadie.
Prefiero reuniones en un parque, tardes de dulce o lo que sea, menos una fiesta.
Tampoco me gustan mucho los disfraces. Era para mi un día cualquiera en el que después de llegar a mi casa, iba a acostarme a ver una película o simplemente a dormir.
En ese momento, mi hermano tenía una novia que se llama C y ella al contrario que yo, amaba cada parte del halloween, desde principio de mes ya estaba planeando su disfraz y quería que el de ella y mi hermano se complementaran.
Recuerdo que en repetidas ocasiones durante el mes escuché las palabras “fiesta” ,“disfraces” , “consigue un disfraz” , “fiesta de mi escuela”.
También desde inicio de mes, los amigos de la escuela donde mi hermano estudiaba ingeniería y producción digital de sonido (este detalle es importante), estaban organizando un evento en un bar en Teusaquillo, donde iban a cantar y realizar algunos shows en vivo.
Para mi esa invitación era distante y poco importante. Nunca dije que sí ni que no, porque era como si no estuvieran hablando conmigo.
Llegó el 30 de octubre y mi hermano me preguntó: ¿ya conseguiste el disfraz para la fiesta de mañana? en ese momento pensé que si habría de disfrazarme iba a ser de preso porque esas rayitas blancas y negras lo hacían un atuendo bonito. Entonces le dije a mi hermano que si encontraba un disfraz de preso yo iba a esa fiesta.
Por la tarde me llamó y me dijo que me había ayudado a buscar ese disfraz en varios lugares pero estaba agotado; yo por mi parte busqué sin éxito.
Así que dije “Bueno, no voy a la fiesta entonces”
Luego, el 31 fue un día común y corriente, fuí a estudiar, llegué más temprano de lo normal y en mi casa ya se estaban preparando no solo mi hermano y C, sino las dos hermanas de C, una de ellas era su gemela.
Yo los acompañé, hablé con ellos, les ayudé con los detalles de sus disfraces y cuando llegó la noche , C dijo “Deberías ir con nosotros” y de ahí en adelante todo giró en torno a mi por cerca de una hora en que hasta mis papás, que jamás me habían forzado a ir, intervinieron para convencerme , en palabras de ellos “nunca sales a fiestas, intenta esta noche y si te aburres , te devuelves en taxi. ve y disfruta con tu hermano y las chicas”.
“Pero no tengo disfraz”. Tengo una extraña teoría y es que cuando uno menos está preparado y cuando en lo posible se está vestido como un total ridículo, la vida te sorprenderá con un evento importante, donde la vergüenza de la ridiculez pasa a un segundo plano.
Lo digo porque elegí el peor y más improvisado disfraz. Como en ese momento tenía el cabello corto como el de un hombre, lo que hice fue con unas pocas prendas hacerme un disfraz del chavo. además, como por naturaleza tengo pecas, lo que hice fue repintarlas y acentuarlas.
Nos fuimos al bar.
En el camino sentía que me iba a aburrir tan pronto pisara el bar, yo sabía que esos planes no se conectaban con mi forma de ser. no había nada que pudiera hacer esa noche divertida. Por lo menos eso es lo que yo creía.
Mi hermano se disfrazó de Mario Bros, su novia de la Princesa Peach. no recuerdo los otros disfraces, el mío, El Chavo.
Entramos al bar, pudimos tener lugar en una mesa que era de madera; era rectangular y muy grande y alrededor de la mesa habían de esas sillas clásicas de los restaurantes que están pegadas a la pared y tienen forro en cuero. Este era verde oscuro.
Las lámparas eran de techo y su luz caía al centro de la mesa. la luz era cálida, a pesar de ser oscuro, la luz amarilla le daba un toque acogedor. no era un bar cualquiera porque ahí lo conocí a él. y tampoco era un bar cualquiera porque no estaba sucio, porque habían detalles estéticos que me gustaban y porque el ambiente, contrario a lo que pensé, no era de extraños sino de amigos de la escuela, así que tan pronto como entramos , varios amigos de mi hermano se empezaron a acercar.
Se me hace increíble pensar que para uno de los sucesos más importantes de mi vida estuve vestida como el Chavo. Paralelamente sucedía el amor pero al mismo tiempo, el hecho mismo de saber que mi atuendo no daba para dar una buena impresión, o más que eso, para gustarle a D.
Se acercaron amigos a saludarnos y mi hermano me los iba presentando tan pronto se nos acercaban. y ahí pasó.
Uno de esos grandes momentos de impacto donde no tienes palabras y donde sientes cómo literalmente pierdes la noción de tiempo por unos breves segundos. Aún no habían empezado a tocar los de la banda, y estábamos en lo que era la mitad del escenario, en ese instante donde de manera casual todo el mundo se cruza entre cables, se saluda y va al fondo a pedir cerveza.
Ahí en la mitad, estaba D, el famoso D, del que mi hermano habló en incontables ocasiones cuando almorzábamos juntos.
D era el creador de la carrera que estudiaba mi hermano, de hecho, hacía parte de la primer promoción que iba a tener título en esa carrera. D además de ser director de carrera, es músico y productor, por esta razón , era también profesor de algunas de las materias que él mismo había decidido colocar en el pénsum. Entonces como mi hermano lo admiraba y le guardaba mucho aprecio, no dudó en acercarse a darle un gran abrazo.
ahí fue el momento. yo vi a D y me quedé congelada. tantos detalles de su físico, de su manera de vestir y sobretodo de expresarse, me dejaron totalmente encantada.
Lo primero que vi fue su cabello. Estaba un poco largo, pero era castaño claro y crespo.
Tenía un pantalón de color beige y entubado, unas zapatillas Diesel negras y una camiseta blanca de mangas cortas, así que pude ver sus brazos también. Me gustó que era delgado, me gustó el color de su piel, que no tenía barba y que al sonreír lo hacía con todo su rostro. Tenía ojos claros. sus rasgos no son comunes y son muy bellos.
Ahora que estoy de este lado de la historia, donde conozco gran parte del desenlace, no me dejo de preguntar qué habría pasado si lo hubiera conocido tal y como está hoy, o como estuvo hace dos años o tres, no sé si me habría causado los mismos sentimientos.
Tal vez era así como él debía estar en esa ocasión, porque de no haberme gustado, mi vida no habría sido lo que es hoy, porque sin saberlo, estaba a punto de conocer a una de las personas que más influyó en mis decisiones posteriores y que por supuesto más he amado en mi vida.
Alcancé a ver esos y muchos más detalles durante el abrazo que le dio mi hermano, incluso alcancé a recordar haberlo visto en una foto que mi hermano me mostró meses antes, también recordé que sin él saberlo, en mi casa había sonado Cocteau Twins por meses gracias a su influencia, porque le mostró esa banda en clase a los muchachos y a mi hermano le encantó. De ahí que para ese momento ya era fan de Cocteau Twins, especialmente de su álbum, Four Calendar Café.
Ese abrazo no habrá durado más de 3 segundos, pero en mi mente y sobretodo en mi corazón, duró lo suficiente como para enamorarme, así, de primera vista.
En ese momento yo tenía sentimientos por otra persona, con la que había compartido cosas especiales, y por la que aún sentía, pero conocer a D , borró todo el rastro, todo lo que podía haber quedado de sentimiento.
Apenas terminó de abrazarlo, mi hermano me miró y lo miró, para presentarme y ahí caí en cuenta de que estaba disfrazada del Chavo. Caí en cuenta que iba a conocer al hombre más bello que había visto, en un contexto diferente al habitual, vestida como nunca lo hago, disfrazada de algo que casi no me gusta, y … en fin.
Ahí nos tomamos por primera vez la mano, y por primera vez nos miramos directamente a los ojos y nos sonreímos.
Luego después, nos sentamos en la mesa, y tuvimos la suerte de que D compartiera mesa con nosotros.
Así que pude verlo por el resto de tiempo que estuvimos allí. fue casi traumático ver que el hombre que conocí esa noche y con el que sentí quizá el afecto más profundo , iba con su novia. para mi esto fue no del todo malo porque pensé “Está bien, si es su novia, no va a durar para siempre, además él es el hombre para mi, no creo que el destino me permita perderlo”
Cabe recalcar que para ese momento tenía 17 y en unos meses iba a cumplir 18, por eso creo que un poco de adolescencia tardía influyó en el hecho utópico de creer que él era para mi. Al conocerlo tuve una especie de sentimiento-certeza, de que si eres capaz de sentir eso por alguien es porque definitivamente es “the one”, el indicado, el elegido y que por eso es más que obvio que esa persona va a sentir lo mismo por ti, es como si estuviera destinado a ser.
Pero, con él pude comprender a lo largo de nuestra historia, que aún cuando sientas que amas con toda tu fuerza, puede pasar que no te correspondan de la misma manera.
No dudo que él me quiso, que tal vez me amó, pero sé que jamás llegará a comprender la magnitud de lo que yo soñé cuando lo lo vi por primera vez entre todos esos cables, personas, disfraces.
Al terminar la noche, recuerdo que él se levantó y empezó a despedirse de cada persona. cuando finalmente llegó a mi , sonrió y agitó su mano con ternura.
Yo pensé “este no es el fin, este es apenas el comienzo”.
Qué lindo Ale! me intriga saber qué pasó.
Y me encantó esta frase: «Se me hace increíble pensar que para uno de los sucesos más importantes de mi vida estuve vestida como el Chavo». Genial.
jajaja siii, ahora ya puedo reírme , pero en su momento fue super vergonzoso…ese disparador me movió tantas cosas que seguí con la parte II de qué fue lo que pasó después, tengo que enviártela!
dale, me encantaría leerla!
Bonita historia! Me alucina cuando le ponen música a la historia. Estoy escuchando Cocteau Twins, Four Calendar Café. Me encantó.
Tengo que admitir que me sentí bloqueado al leer la consigna de hoy. No sabía qué escribir, no tenía nada que contar porque no recordaba ninguna ‘primera vez que ví a alguien de quien me enamoré’. Pero esta tarde me pasó algo súper raro y apenas llegué a casa y completé la consigna del día: http://todoesescribible.blogspot.com/2016/01/dia-9-escribi-acerca-de-la-primera-vez-que-viste-a-una-persona-de-la-que-te-enamoraste.html
Hola Ani, primero que nada mis felicitaciones por tan hermoso blog. Me lo recomendaron dos personas totalmente opuestas en la misma semana así que seguramente de algo me estaba perdiendo. Me sumé, como seguramente muchas otras personas, a los #30diasdeescribirme y estoy realmente muy contento por haberlo hecho. Gracias. Una consulta, ¿puede ser que el «Leer más» del día 10 esté mal linkeado? Mis saludos desde acá a por ahí.
Hola Luciano, bienvenido!
Sí, estaba mal, ya lo corregí 🙂
No dejé de suspirar el tiempo que me llevó escribir la consigna de hoy!
https://vivirenletrasblog.wordpress.com/2016/01/19/dia-9-primera-vez-que-lo-vi/
viva el amor que nos hace suspirar!
totalmente!! hace dos años que tengo ganas de volver a suspirar… aaaaaahhh , ya llegará!
Hola Aniko! Aca va la mia….
Septiembre de algún año en algún lugar del sur. Yo me iba a quedar en su casa y me canceló. Me fui a lo de una amiga suya, sin embargo quedamos en tomar una cerveza. Aún no nos conocíamos personalmente. Despreocupada, salí de casa con
mi remera de gatitos y mi suéter azul sinónimo de “salgo con pocas expectativas de todo”. Si ese día hubiera sabido lo que iba a significar después para mí. Ese bar, ese hombre, ese lugar. Algunos recuerdos buenos, la mayoría amargos tratándose
de él. El bar fue casi un actor más en este corto. En fin, quedamos en vernos, hablamos un rato antes, nos reímos. Yo solo sabía su nombre, no tenía mucha más información ni había visto con detenimiento su foto, así que supuse me sería difícil
reconocerlo. Hacía mucho frío, recuerdo además de la remera de Fellini, mi campera verde y mi gorrito blanco. Después me diría que le había encantado verme con el gorrito puesto. Y que hacía una mueca con los labios que le gustaba, y que me ataba el pelo de una forma, y que algunas cosas más.
Entré el bar, me senté en la barra y pedí una cerveza rubia. Todavía no había desarrollado mi adicción a la cerveza roja. Mientras jugaba con el vaso ví entrar a un chico. Alto, flaco, lindo muy lindo. Con mucho porte, como «acá estoy yo». Con su –luego- típico pañuelo blanco y negro y su campera a rayas. Entró y pasó al lado mío. Qué lindo pensé. Y yo acá, esperando a un tal Martín y al lado mío un chico muy lindo. Y por un momento pensé: “ojalá que sea él”. Hasta que se paró frente a mí y me preguntó si yo era Laura. Resulta que quien tanto me había gustado era el mismísimo Martín. Punto para Lau. Nos tomamos unas cuantas cervezas, ya ni recuerdo de qué hablamos. Mi segundo día de un viaje de un año y ahí estaba él. El bar y él. El bar cerró y nos fuimos al de enfrente. Brindamos y nos miramos a los ojos. Y silencio. Y miré mi teléfono y un mensaje suyo, visto media hora después. “Vámonos”. “Vámonos” le dije. Nos fuimos juntos. Y a la mañana siguiente me reí. Me preguntó de qué me reía, estoy contenta le dije. Yo también estoy contento, contento de que nos hayamos encontrado, me dijo. Cuando entré al bar y te vi pensé “ojalá que sea ella”. “Ojalá que sea él”, pensé yo. Y fuimos nosotros.
La historia no termina con final feliz. Pero esa noche en algún lugar del sur, fuimos nosotros.
me encantó!
quizá otro disparador tendría que ser escribir acerca de la última vez que viste a la persona de la que te enamoraste…
Gracias ani!! En este caso eso sería un poco más triste pero viene bien el ejercicio!
Pingback: Día 9: La primera vez que te vi – kath
Comparto mi post 🙂 https://kathcasriv.wordpress.com/2016/02/23/dia-9-la-primera-vez-que-te-vi/
Pingback: 30DE – Día 9 – Ori Marinig