Cosas que hago para escapar
La consigna de hoy, según Keri Smith: “Write a list of all the things you do to escape” (Hacé una lista de las cosas que hacés para escapar)
* Dormir. Mi escape número uno, el que uso en situaciones extremas, como cuando se murió una de mis mejores amigas y me avisaron por teléfono y grité y lloré y a los cinco minutos me quedé dormida con el deseo de despertarme cuando ya no me doliera, o de despertarme y que todo hubiese sido un mal sueño.
* Cambiar de espacio. Iba a poner «viajar» pero no me refiero a viajar en el sentido de me voy de viaje qué contenta estoy, sino en el sentido de trasladarme físicamente a un lugar distinto para cambiar de aire y ver las cosas desde otra perspectiva. Cuando me peleé con uno de mis ex novios me enojé tanto por lo que había hecho que le puse todo en una bolsa de basura, le dije que pasara a buscar sus cosas y se tirara a un pozo —o algún lugar similar, que también cambiara de espacio, bah—. Después armé la mochila y me fui a lo de una de mis mejores amigas, a 250 kilómetros de Buenos Aires, para alejarme de ese espacio que había quedado tan contaminado.
* Mirar series tontas. Como Glee. Creo que empecé a mirar Glee apenas volví de Asia, cuando me separé de mi novio indonesio por skype. Ya de por sí era muy raro estar separándose de alguien que no estaba físicamente presente, así que para no pensar mucho en el asunto —porque no había vuelta atrás— miré Glee. Había visto un capítulo de la primera temporada en el avión de vuelta y me gustó cómo cantaban y bailaban. Sé que el guión es malo y poco creíble, pero quizá el poder de Glee está ahí, en que me ayuda a evadirme con historias tontas.
* Mirar videos graciosos, como los de Saturday Night Live. Al final, mientras escribo esta lista me doy cuenta de que mis evasiones casi siempre están relacionadas con historias de amor. Hace un tiempo me pasó que no podía dormirme porque pensaba en un chico que no me daba bola. Pensaba pensaba pensaba, me maquinaba, sacaba conclusiones absurdas. Para callar todas esas voces empecé a mirar videos cómicos, como los de Saturday Night Live, hasta quedarme dormida.
* Ir a nadar. Este es un gran método de escape cuando estoy a punto de explotar. L. dice algo, siento que me empiezo a sacar y en vez de seguir con la conversación y terminar en pelea, me pongo la malla y me voy a la pileta. Vuelvo hecha una seda. Una opción alternativa, si no hay pileta cerca, es salir a caminar.
* Limpiar. Ordenar. Cocinar. Cuando necesito dejar de pensar en ciertas cosas me pongo a hacer todas las tareas domésticas juntas. Preparo una tarta, la pongo en el horno, mientras tanto empiezo a armar otra, me voy a limpiar el baño, friego la heladera, decido limpiar el piso porque está sucio, pongo la otra tarta, hago una ensalada, limpio los vidrios. Y así.
* Jugar con nenes. No hay mejor energía que la de los nenes chiquitos. La última vez que estuve en Perú estaba muy deprimida por duelos y separaciones recientes, así que me quedé un mes en la casa de una de mis mejores amigas y me la pasé jugando con su hijo de tres años. Fuimos juntos a la playa, armamos castillos de arena, jugamos a los zombis, tuvimos poderes de invisibilidad, hicimos peleas de superhéroes, carreras de autos y todo lo que se nos ocurriera. Me sacó de mi tristeza.
* Otros: dibujar, pasar un día entero leyendo en una librería, comer cosas dulces, ver a mis amigos, ver películas, andar en bicicleta.
* Tres cosas que también hago pero que no me sirven para escapar: llorar, pensar, escribir. Si hubiese incluido «escribir» en la lista de cosas que sí hago, creo que hubiese llegado a la conclusión de que todo lo que hago para escapar son las cosas que más me gusta hacer, en general.
Aniko, escapista profesional
Este post forma parte de la serie #100ideas que hago a distancia con Carolina Chavate. Cada semana sacamos un papelito de la bolsita mágica de Keri Smith, cumplimos una consigna y la volcamos en nuestros blog. Pueden leer lo que Caro hace para escapar acá.
1ro, lo siento mucho, que terrible perder a un ser que uno elige como familia. Te abrazo fuerte a la distancia. 2do, me pasa igual, cuando estoy mal, mi cabeza se va a algún lugar (que todavía no me contó) y yo quiero dormir, no importa más nada que dormir. 3ro, me encantó tu post, como siempre 🙂
4to (natura obliga) me sale una sugerencia: aprender a meditar, es un hermoso lugar de observación para casos de emergencia.
Abrazo grande,
Lore
Hola Lore!
Gracias por tu comentario y tu abrazo 🙂
Lo de dormir es re loco… yo siento que cuando no puedo procesar algo, «me apago», como si mi cabeza tocara el OFF en el control remoto y chau, me duermo.
Tengo que aprender a meditar, es una tarea pendiente.
Beso!
Hola Aniko! Soy Florencia,al fin agarré el coraje para escribirte en uno de tus blogs!
Amo todos tus posts, en cualquiera de los dos blogs que tenés.
Me encanta porque me doy cuenta que en muchos sentidos somos muy parecidas, y me inspirás muchisimo!
Vivo en Londres actualmente y viajo -esporadicamente- cuando el trabajo y los estudios me lo permiten. Pero sueno con que llegue el día de poder vivir escribiendo que es lo que me encanta hacer y viajando!
Te mando un abrazo!
Gracias Florencia!!
En julio andaré por Londres, tengo unas ganas! 🙂
Hola Aniko, me encanta tu post de escapes, yo también suelo escapar a través de la escritura, cuando los sentimientos se atascan dentro de mí, busco de inamediato cómo escribirlos y plasmarlos. Caminar también es una gran salida, sobre todo si hay mucha rabia, así que con cada paso se puede ir drenando, respirando y pensando para bajar los níveles de ansiedad y sufrimiento. Me gusta la sugerencia de meditar, es una excelente opción para calmar a los pensamientos y escuchar esa voz interna que siempre tiene la palabra apropiada. Un abrazo!
Amo este blog <3 muchas gracias por hacerlo.
Y hace poquito, descubri tu blog viajero 😛
Me encanta como escribis!
Gracias Coty!
Me encanta que hayas llegado primero a este blog y después al de viajes, y no al revés 🙂
hola Aniko, me gusta mucho como escribís, comencé a leer tu blog desde mediado de este año. Primero descubrí el blog de tus viajes con los cuales me deje llevar con todas tus experiencias y luego descubrí éste. Quiero que sepas que me inspiras demasiado tanto que me dan ganas de cambiar totalmente la rutina de mi vida, es mas estoy pensando en comenzar el año que viene comunicación social porque descubrí que soy una persona muy apasionada y me gusta hacer las cosas con amor, y siempre soñé con conocer el mundo pero nunca me di cuenta de que puedo cumplirlo. te mando muchos besos desde Córdoba capital. Ojala un día puedas llegarte hasta aquí
Pingback: Escapes | enjoyjessica
Es un tema divertido por un lado y complicado por otro.
Divertido por el lado de hacer lo que a uno le gusta o refugiarse en la nostalgia de cosas del pasado y escapar, pero tarde o temprano hay que enfrentarse a la realidad.
Mis métodos de escape, algunos de los que se listan acá, más que nada los uso para cuando estoy esperando que pase rápido la semana o el mes para hacer determinadas cosas, porque sino eso de tener que estar esperando una determinada fecha es insoportable y de a momentos el tiempo se me hace de goma y no pasa más !!!!
Pero la verdad que la «vía de escape» termina siendo perjudicial a largo plazo ya que el hecho de que uno tienda a escapar se convierte en algo rutinario con los años y después cuesta enfrentar los problemas. A mi me costo muchos años revertir esa tendencia, me daba cuenta cuando lo hacia, pero a medida que pasaban los años también me daba cuenta de que hacia siempre lo mismo.
Igual estos temas son como otros, no todo funciona siempre. Hay momentos, donde no hay vía de escape posible y no queda otra que enfrentar determinadas situaciones.