4 podcasts en los que participé en 2020
Quiero compartirles cuatro podcasts de gente amiga en los que participé como invitada este año. Van en orden de aparición y los pueden escuchar acá mismo o en Spotify. Disfruté mucho cada charla, así que ¡gracias por haberme invitado!
Ideas para escribir en cuarentena
Kit creativo de cuarentena: cursos, podcasts, videos y journals de escritura y creatividad para disfrutar desde casa
Ahora que varios países se están poniendo en cuarentena a causa del coronavirus (incluidos los Países Bajos, donde vivo) quería compartirles algunos cursos, libros y podcasts para que puedan disfrutar desde sus casas durante estos días de distanciamiento social.Read More
Journals para disparar la creatividad – parte 2
Hace unos años les compartí una lista de journals para disparar la creatividad. Fue en el 2015, cuando recién empezaba a descubrir este tipo de libros híbridos. Pero, recapitulemos: ¿qué son los guided-journals? Son libros interactivos en los que el autor propone consignas para que el lector complete ahí mismo, en esas páginas. En general giran en torno a un tema: escritura, dibujo, naturaleza, mindfulness, viajes, autoconocimiento, yoga. Desde el 2015 hasta hoy aparecieron un montón de journals nuevos, y creo que es una tendencia que va a seguir creciendo. En este post les comparto una segunda lista de journals que tengo, uso y me gustan.Read More
La ruta de las papelerías en Ámsterdam
(o Ámsterdam para paper lovers)
Más que “ruta de las papelerías”, esta entrega debería llamarse “Ámsterdam for paper lovers” (me gusta más que “para amantes del papel”). Estoy viviendo en Ámsterdam hace seis meses (actualización 2020: ¡hace seis meses y dos años!) y, como buena paper lover, ya tengo mis rincones preferidos de la ciudad. En esta lista no solo incluyo papelerías, sino también librerías, artísticas y tiendas de objetos (donde venden journals y libretas). Recomiendo hacer el recorrido a pie o, si te animás, en bici. Ámsterdam es una ciudad para recorrer despacio.
Escribir en el mar: un taller de escritura de viajes a bordo de un catamarán por Sicilia
¿Te gustaría desconectarte y dedicarle una semana por completo a tu escritura? ¿Te gustaría hacerlo mientras navegás en un catamarán por las islas Eolias de Silicia? ¿Te gustaría aprender técnicas de documentación de viajes “en vivo”? ¿Y leer y comentar textos de autores inspiradores? ¿Y escribir con consignas?
La ruta de las papelerías en Berlín
Viajé a Berlín en enero. Pleno. Invierno. Los días eran cortos y hacía mucho frío. La ciudad en sí no me deslumbró (voy a tener que volver), tal vez porque recién venía de Moscú, que me enamoró con sus colores pasteles y calles llenas de nieve. Sin embargo, hacer mi ruta de las papelerías en Berlín le dio color a mi recorrido. Me la pasé caminando y, cada vez que tuve frío, busqué la papelería más cercana para refugiarme.
Carta #4: somos un paréntesis
29/12/17 Biarritz, Francia.
Caro: Qué año tremendo fue el 2017. Y digo “fue” porque en mi cabeza ya lo despedí. Ahora estoy esperando ansiosa que se vaya y no vuelva nunca más. Una amiga me dijo que, según la astrología, este fue un año de depuración. Muchas muertes, peleas, separaciones, finales abruptos. Para mí fue un año de resolver conflictos no resueltos, o al menos de intentarlo, y un año de limpieza, también. Pero un año que no quisiera repetir. Read More
Escribir.me presenta: “Mapa subjetivo de viaje”, un journal para documentar tus viajes
Cumplí uno de mis sueños. Después de varios años de wishlistear (?), comprar, llenar y acumular journals creativos como loca, por fin creé el mío. Se llama Mapa subjetivo de viaje, está ilustrado por la talentosísima María Luque, y pensado para que lo completes antes, durante y después de un viaje. Lo publiqué bajo mi (flamante) sello editorial, «Viajando por ahí» (que es el nombre del blog de viajes que escribo desde 2010), y será el primero de una colección de diarios creativos (¿pronto el de escritura?).
La ruta de las papelerías en Londres
La última vez que viajé a Londres lo hice para ver librerías. Esta vez, para hacer mi ruta de las papelerías. Como hago cada vez que estoy por viajar a una ciudad en la que quiero hacer este recorrido, investigué en internet y fui armando la lista de lugares con la info que encontraba. Me imaginaba que en Londres iba a haber bastante y la verdad es que no me dio el tiempo para recorrer todo lo que hubiese querido. Lo bueno es que muchos lugares están cerca así que se puede caminar de uno a otro.
Carta #3: ni los médicos japoneses encontraban una explicación
Hola Caro,
¿Dónde quedan guardadas las cosas que no encontramos?
Hoy mi mamá me preguntó eso. Se acaba de comprar un teléfono nuevo y todavía no lo maneja del todo, hay cosas que ella sabe que están en alguna parte pero no logra localizarlas. Anoté —otra vez ese gran ano que se mete en mis textos— la frase en mi cuaderno porque me quedó resonando en la cabeza, orbitándome como un satélite. ¿Dónde queda lo que no escribimos? Read More
La ruta de las papelerías en Buenos Aires
Tenía muy pendiente hacer esta ruta. Soy de Buenos Aires y empecé con la ruta de las papelerías en Santiago de Chile en el 2016 porque acá no conseguía los cuadernos ni los journals ni los productos de papelería que me gustan. Después viajé a Nueva York, Tokio, París y Madrid (cuatro pesos pesados del stationery) y seguí haciendo la ruta por ahí. Esta vez, me tocó Buenos Aires. Después de dar algunas vueltas por la ciudad, estas son mis conclusiones.
Prólogo de Gabriel García Márquez a «Clave – Diccionario de uso del español actual»
Tenía cinco años cuando mi abuelo el coronel me llevó a conocer los animales de un circo que estaba de paso en Aracataca. El que más me llamó la atención fue una especie de caballo maltrecho y desolado con una expresión de madre espantosa. “Es un camello”, me dijo el abuelo. Alguien que estaba cerca le salió al paso. “Perdón, coronel”, le dijo. “Es un dromedario.” Puedo imaginarme ahora cómo debió sentirse el abuelo de que alguien lo hubiera corregido en presencia del nieto, pero lo superó con una pregunta digna:
—¿Cuál es la diferencia?
—No la sé —le dijo el otro—, pero éste es un dromedario.
La papelería de mis sueños está en Kuala Lumpur
Fui a Kuala Lumpur al menos seis veces, y recién en esta última vuelta se me ocurrió googlear «Kuala Lumpur stationery stores» (*papelerías). Así fue como llegué a este post de la revista Time Out: «The best stationery brands and shops in KL». Marqué varios de los lugares recomendados en el mapa (preparación previa para hacer mi ruta de las papelerías en la capital malaya) y hubo una papelería que me llamó la atención más que el resto. Se llamaba Stickerrific y la revista Time Out la describía así:
Carta #2: tomar decisiones nunca fue lo mío
21 de junio de 2017
Biarritz, Francia.
Caro:
No sé por qué me está costando tanto escribir esta carta, si encima el tema de tomar decisiones lo propuse yo. Empecé a escribirte hace más de un mes en Puerto Viejo, Costa Rica, frente a un ventanal que daba a las calles de tierra del pueblo, mientras esperaba a que mis papás llegaran de visita después de nueve meses sin vernos. Cada cinco minutos me levantaba a mirar por la ventana, aunque sabía que faltaban varias horas para que la combi que los traía llegara. Creo que empecé a escribirte ese día porque inconscientemente sabía que tenía la excusa perfecta: llegaron mis papás, no tengo tiempo de terminar, después la sigo. Pero después fue el transatlántico, dieciséis días sin conexión a internet, dieciséis días ideales para escribir cartas mirando el mar, y tampoco pude. Ese barco me revivió algunas crisis que había estado tapando y la angustia no me dejo escribir casi nada.
Carta #1: la gente cree que soy valiente
13 de marzo de 2017
Obernai, Francia.
Querida Caro,
Me daba miedo empezar a escribir esta carta y la dejé para último momento. Mi cabeza siempre me dice que hay algo más importante o urgente para hacer que sentarme a escribir. Últimamente ya no escribo. O sí, escribo: mando mails, publico posts, hago listas de pendientes, chateo por whatsapp, apunto* cosas sueltas en mi cuaderno, pero no escribo. (*Había escrito “anoto cosas sueltas en mi cuaderno” y lo cambié por “apunto” porque me acordé de una tarde que pasé con la familia de un amigo en Bogotá, creo que era el día del padre o de la madre, y le dije al abuelo de la familia: “anoto tal cosa” como diciendo “tomo nota de lo que me dice” y se empezó a reír y me dijo que eso era un ano muy grande. Desde ese día me da un poco miedo decir anoto en otros países).
La ruta de las papelerías en París
Cada vez que recorro una ciudad que ya conozco siguiendo la ruta de las papelerías siento que la vuelvo a ver por primera vez. Encontrar estos negocios en París fue como abrir pequeños portales mágicos a una dimensión desconocida. Las papelerías de París me parecieron de las más lindas y cuidadas que vi hasta ahora: cada tienda tiene su sello propio, hay una variedad enorme, mucha producción artesanal y un gran amor por el papel. Los precios son caros, eso sí, pero creo que las papelerías de París son más para buscar tesoros que para llevarse todo (aunque ganas no falten).
La ruta de las papelerías en Madrid
Debe ser la quinta vez que vengo a Madrid y hasta ahora no había hecho esta ruta acá. Encontré más lugarcitos de los que esperaba, lo cual es muy bueno. Las papelerías y librerías están concentradas en la misma zona así que se puede ir de una a otra a pie y frenar de vez en cuando a comer algo rico y sacar fotos. Les dejo la lista de las papelerías y librerías que visité. Si conocen más, por favor compartan la info en los comentarios.
La ruta de las papelerías en Tokio
Estoy en el paraíso. No pensé que los japoneses se tomaban la papelería tan en serio, no pensé que existía un país de stationery worshippers. Al igual que en Nueva York, mis recorridos por Tokio están armados en función de las papelerías y librerías que quiero conocer. Ya no sé para dónde mirar, cada tienda a la que entro es una sobredosis visual de cuadernos, lapiceras, agendas, marcadores, stickers, post-its, washi tapes (esas cinta scotch de papel con dibujos / mi nueva adicción) y un montón de cosas que ni sabía que existían pero que necesito tener urgente. Me sorprenden dos cosas: la variedad de productos que hay en cada negocio (no hay una sola agenda, hay veinte modelos distintos y de cada modelo hay con 30 tapas distintas) y la poca repetición que hay entre un negocio y otro. Cuando pensás que ya viste todo te das cuenta de que todavía te quedan cuatro pisos de cosas distintas. Y cuando pensás que la próxima papelería va a tener más o menos lo mismo que la anterior… sorpresa.
La ruta de las papelerías en Nueva York
Cuando supe que nos íbamos a Nueva York lo primero que hice fue googlear librerías y papelerías (lo que en inglés se llama stationery stores) y marcarlas en el mapa. Soy loca por este tipo de negocios que en Buenos Aires casi no existen, así que me armé una lista y supe que mi recorrido por la ciudad estaría definido por la ubicación de estos lugares. Fui a casi todos, saqué un montón de fotos y tuve que controlarme para no comprar todo.Read More
La ruta de las papelerías en Santiago de Chile
Cuando empecé a viajar, en el 2008, iba a todas las iglesias y museos que me cruzaba en el camino porque creía que esos eran los lugares que una viajera tenía que visitar. Me aburría bastante. Ahora en cada viaje me dedico a recorrer librerías y papelerías porque son los lugares que me gusta explorar. Hace unas semanas viajé a Chile con dos objetivos: presentar «El síndrome de París», mi segundo libro, y hacer la ruta de las papelerías (autogestionada) en Santiago. Googleé mucho, pregunté bastante y estos fueron mis resultados. Seguramente queden lugares sin mencionar, así que si conocen más comenten y voy ampliando el mapa.
Oda al mazapán
I. La creación
El mazapán es huérfano,
nadie reclama su paternidad.
Dicen que es hijo del polvo de una almendra que en medio de una orgía
decidió ponerle azúcar a las cosas.
Otros aseguran que en su ADN hay maní,
leche condensada,
semillas de calabaza,
arroz,
nueces,
«cacahuete».
Pero el mazapán de pura raza
tiene almendras peladas y nada más.
Q&A a day: un dibujo por día durante 4 años
Mi objetivo del 2016 es dibujar. Aprender, reaprender, animarme, mostrar, ilustrar. Mi sueño es poder ilustrar mis libros, pero por ahora voy paso a paso. Ya les hablé del journal «Q&A a day» que trae 365 preguntas, una por día, para responder durante cinco años (la misma pregunta se responde cinco veces), hace poco recibí la versión del Q&A para dibujar. Es de la misma colección, se llama «Q&A a day for creatives: 365 questions * 4 years * 1460 sketches» y propone lo mismo pero dibujando.
Ayer fui a una maratón de lapiceras
Ayer fue «La noche de las librerías» en Buenos Aires y yo caí sin saberlo. Fui porque un amigo me invitó a ver una charla de historieta argentina y recién cuando vi que la avenida Corrientes estaba cortada y que había puestos en la calle me di cuenta de que era un evento más grande. Read More
“El síndrome de París”, el libro que escribí en compañía de este blog
Abrí este blog mientras escribía «El síndrome de París», mi segundo libro, en el invierno de Biarritz, en parte por el vicio de procrastinar y en parte para no sentirme tan sola mientras trabajaba. Casi todos los posts que aparecen en escribir.me son un reflejo de mi proceso de trabajo: Read More
Día 30: escribí tu día en 4 escenas
Uno de los requisitos de los talleres universitarios de Lynda Barry es completar al menos tres cuadernos durante el semestre. «El cuaderno es el corazón de nuestra clase», dice en su libro Syllabus, «durante este semestre tienen que llevarlo con ustedes a todas partes y llenarlo con cosas de su día (y de su noche)». Sugiere: dibujos, apuntes de la clase, apuntes de otras clases, cosas encontradas, observaciones, doodles, listas, artículos, recetas, fotos, tickets, citas, sueños, cosas que te gustaría decir en voz alta, cosas que te arrepentís de haber dicho en voz alta, noticias, la agenda, memorias raras, cosas que dice la gente, bocetos, predicciones, películas, autógrafos, insultos, quejas, comics. El objetivo de llevar encima y completar estos cuadernos es empezar a ser consciente de qué es lo que te llama la atención. Son el espacio para coleccionar cosas de todos los días y para ver cómo, de a poco, todo eso que vas juntando se convierte en otra cosa, en un cuento, en un dibujo, en un libro.
Día 29: escribí un párrafo de tu futuro libro
En su libro «Bird by bird», Anne Lamott cuenta que en su escritorio tiene un one-inch frame, un marco con un agujero de una pulgada, algo más chico que un sobre de azúcar. Lo usa como recordatorio: «Me recuerda que todo lo que tengo que hacer es escribir lo mismo que vería a través de un marco de una pulgada. Es todo lo que tengo que hacer por el momento. Lo que voy a hacer ahora, por ejemplo, es escribir ese párrafo que establece la historia en mi ciudad natal, en los años cincuenta, cuando los trenes todavía pasaban. Voy a pintar un cuadro de eso, en palabras, en mi procesador de texto. O todo lo que voy a hacer es describir al personaje principal cuando lo vemos por primera vez».
Día 28: estás preparando una cápsula del tiempo para enterrar en el jardín. La van a desenterrar en 500 años. Escribí una carta explicando cómo es la vida hoy.
Eso. Si querés hacé una cápsula real para abrir dentro del tiempo que quieras. Tené en cuenta que el período de tiempo que permanezca oculta determinará cuánto tendrás que explicar acerca de este mundo: en 50 años, si bien habrá cambios, algunas cosas serán las mismas. En 500 años el mundo será otra cosa, aunque nosotros, espero, seguiremos siendo humanos.
Día 27: salí a dar una vuelta por el barrio y hacé un mapa de sonidos y olores
Escribir también consiste en prestar atención, en mirar el mundo cotidiano con ojos de explorador, en aprender a escuchar. Keri Smith, Lynda Barry, Natalie Goldberg son artistas que admiro porque me ayudan a ver extraordinario en lo ordinario.